jueves, 19 de agosto de 2010
En la geografia de mis manos 1
Uno
Esta sangre que recorre circunstancias y lágrimas
vuelve a ser paloma entre voces.
Me recorre el corazón aturdido
es niebla en un paisaje vagabundo.
-asomado a una ventana siempre abierta-
Soles derramados. Epitafio de luna.
Asombro de estrellas.
Grito que invade la garganta con un temblor ciego
y desangra palabras sin germinar.
Viene a buscarme con sus lámparas y espigas.
Se hará poema sobre mi piel de brisa.
Desde aquella vez y ahora.
Desde aquella vez
Desde aquella vez que fui tuya, poesía
se encendieron columnas de fuego.
No quiero apagarlas.
Eres llama que no consume materia, la genera.
¿Cómo hacer para evitar el agua?
Que nadie mire mi piel florecida
porque te llevo escrita con indeleble letra
como destinada sombra
o música que invade silencios
como sangre detenida
plácida y libre fuera de la trama.
No quiero negarte.
La que te ama ha perdido el juicio.
-labios derrumbados-
-viento en los ojos-
-marejada tibia en el pecho-
Quiero encontrar aquel tiempo iluminado
cuando sentía en la espalda
una cascada de perlas y era fuerte el abrazo.
Quiero ser rama crecida del árbol que contiene tu aroma
saber que estás aguardándome para tener mis ansias.
No quiero perderte.
Oigo clamores hablan de tu nombre
veo mentiras complaciendo caras
manos que esconden tu transparencia.
¿Cómo hacer para evitar el llanto?
¿Dónde van los poetas cuando crece maleza en las palabras?
® Cecilia Ortiz
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