Dos
Duele justo ahí
en la cintura del plato hondo
vacío desde
hace tanto
y en la cuchara opaca de memoria
desusada pero obediente
junto a su compañero estático.
Justo ahí
duele
el hambre todo sumado
el dolor constante
en tantas mesas más mesas
sin alimento.
Duele justo ahí
suma y suma
sobre el techo agobiado
-comba- la esperanza se estrecha
y cruje tres veces
y mis manos duelen en el lápiz
cansado de ser gris sobre blanco.
Me duele el mundo
con sus cifras elocuentes
enteras o decimales.
.
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