Séptima ola: se vacía de voluntad para grabar estas palabras
/soñemos todos los sueños
1
De corales espumosos y confundidas olas
se vacía la voluntad
de mi bautizada sangre.
Grabo estas palabras
en el grito que al principio
fue silencio.
Utopía, piedras y espigas
en una tierra desangrada.
Y me hablabas de esplendores
gloria, estrías y esperanza.
Ahora buscas presagios
deletreas en memorias
las sorpresas de aquellos nombres
asomados tras rejas lacerantes
y obstinadas.
De corales espumosos y confundidas alas
se llenaron las manos
-surcadas por venas de misterio-
Tu boca entre todas las bocas
canta pájaros de fuego
confunde la vida.
Hace temblar al rocío.
Invades los espejos
te abrazas a los cuerpos
provocas heridas
que tejen una metáfora.
¿Dónde habitarás si nos vamos?
Si dejamos el silencio existiendo
fundido con el mundo.
De corales espumosos y confundidas voces
el sonido es pausa
látigo de vida
círculo ausente
laberinto en el deseo.
Retazo de historia
en la gran existencia
sin gente adivinando signos
del otro lado de las sombras.
¿Dónde habitarás si nos vamos?
Cierro puertas, ventanas
arrojo llaves. Nada queda.
No tendrás rehenes
en las huellas de mis hermanos
tus armas perdidas en el olvido
no sobrevivirán
ni al sol
ni al pan hecho migajas.
Serás peregrina en tu miseria
ceniza, polvo, deuda.
Quedarás oculta en el secreto
entre ídolos destruidos.
¿Dónde habitarás infecunda guerra?
2
.
Delante de mis ojos las olas regresan al horizonte
como una utopía donde el color de la piel
unifica al mundo
sin usar trajes vestidos de razón
en el esplendor de la libertad
sin el lenguaje encorsetado
ni el razonamiento estrecho y vertical.
3
El itinerario de mi voz
no encuentra el momento propicio
para la libertad.
Parece cubierto por una apariencia de polvo.
El límite locuaz aplaza el tiempo
regresa, espera, no huye.
Son los ojos del sueño, de lo que no existe
pero cabe en la esperanza
en las noches desveladas
en las cosas que duelen.
Entre el mar y el cielo
el mundo arde a mis pies.
Quiebra la atmósfera.
Algo agazapado en el límite
de mi voz
busca la sirena del mascarón.
Proa a un día de recuerdos
esas agonías, aquel desencanto
esos pájaros que buscan una tierra cálida
niños soñando riqueza y poder.
(La luna se rompe detrás de las ramas)
-El cielo es un pedazo de tela azul-
Una palabra fuerza la cárcel.
Mi boca abierta tienta sus letras
que se deshacen al volar
y no puedo saber
cual fue la aventurera
que desafió al silencio buscando qué decir.
4
Delante de la séptima ola
la seducción del mar besa el horizonte.
Es una ilusión.
El horizonte nunca está donde lo veo.
Late un renacimiento
en la constante marea.
Quiero regresar con una piel nueva.
Tendría que nacer
con una desobediencia a la caída.
Aprender a leer
en la curvatura de un relámpago.
Ser como el mandato del mar
ola que vuelve.
Pero es inevitable, soy río
también en la esperanza.
® Cecilia Ortiz
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